29 may 2011

Estado de la sismología regional.


Valparaíso y Viña tienen sólo un monitor sísmico
Viernes 13 de mayo de 2011 Diario La estrella
Si a Chile le pusieran nota por su actividad sísmica seríamos los mejores del planeta, pues nuestro país lidera la cantidad de movimientos telúricos a nivel mundial. Sin embargo, nos evaluarían con un promedio rojo a la hora de calificar nuestra preparación para hacer frente a una catástrofe como la que ocurrió en 2010.
Si el panorama es complicado, en Valparaíso es bastante desalentador luego de ocurrido el terremoto, pues si no fuera por los equipos con los que cuenta la Universidad de Chile ni siquiera tendríamos una red sismológica. Pero, lamentablemente, los 200 aparatos con que se cuenta están lejos de cubrir la necesidad a nivel nacional si se considera que en la ciudad porteña hay sólo una estación de monitoreo, cantidad menos que mínima si se piensa que la zona está dentro de los sectores de mayor riesgo ante un eventual sismo y posterior tsunami debido a su geografía.
EN EL SHOA
"En esa ciudad sólo tenemos una estación, que está ubicada en el Shoa. No es por ser pesado o mala onda, pero es nuestra realidad. No damos abasto", explica con resignación el sismólogo de la Universidad de Chile, Jaime Campos, respecto de lo desposeído que está el Puerto en esta materia.
El especialista en sismología argumenta que "nos concentramos en la zona del norte grande porque los estudios que hemos obtenido a través de estos equipos indican que en ese lugar habrá un evento de grandes proporciones".
Los aparatos con los que cuenta el Servicio de Sismología de la Universidad de Chile son 200 estaciones de monitoreo que están - en su mayoría - instaladas entre Arica y Antofagasta, que es la zona de mayor riesgo a nivel nacional donde se pueda desencadenar un terremoto. Otros equipos están repartidos entre Constitución y Concepción, por haber sido la zona donde se registró el epicentro del terremoto de 2010.
"A través de estos equipos nosotros podemos establecer conclusiones y no podemos esconderle a la gente los resultados de los estudios. No se trata de ser alarmista, pero no me puedo quedar callado", enfatiza el investigador que es parte del Centro de Investigación Sismológica de la Universidad de Chile.
Los dispositivos que están instalados en estos puntos, algunos de los cuales, incluso, han sido saqueados en el norte, han sido financiados gracias a proyectos de investigación y a la colaboración de grupos científicos de Francia y Alemania. "Estos equipos nos permiten localizar los eventos y estudiarlos. Hay entre ellos GPS, extensiómetros (mide la extensión del sismo), inclinómetros (mide la inclinación del sismo), y los que miden la intensidad del movimiento. Ellos nos permiten sacar conclusiones con las que identificamos las zonas de mayor riesgo de movimiento telúrico", explica el investigador.
"NO HAY CONCIENCIA"
Para el catedrático la principal desventaja que posee la población es que no se le ha tomado el peso a estos fenómenos naturales. "Las carreras de enseñanza superior debieran tener especialistas en sismología, enseñando materias, pero lamentablemente no los hay". Jaime Campos agregó que este fenómeno natural "no es tema en el sistema educativo en general, porque los contenidos curriculares no están bien hechos. Por lo tanto, no hay opinión. Imagínate que somos el país más sísmico del mundo, ¡y la gente no lo sabe!".
El académico lamenta que debido a la estructura educacional del país, "no hay personas que hayan tenido la formación
necesaria en esta materia". Por ello, "la gente se tiene que informar como sea. Debe aprender a usar Internet e interiorizarse al respecto".

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